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¿Las langostas sienten dolor? ¿Sufren al cocerlas?

Analizamos si tiene sentido legislar sobre cómo matar una langosta.

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Las langostas: Un manjar con sistema nervioso

Suiza es un país pionero en la protección de los derechos de los animales, en este caso de las langostas (Palinurus elephas).

Recientemente los medios de comunicación se han hecho eco de  la creación de leyes que protegen lo que a nosotros nos pueden parecer seres insignificantes: las langostas. Con este artículo pretendo reforzar la decisión tomada por el Gobierno de Suiza.

Si quieres situarte en antecedentes, aquí tienes la noticia: Suiza prohibe cocinar langostas vivas en agua hirviendo.

¿Sufren las langostas al caer en el agua hirviendo?

Por supuesto que sí. Las langostas disfrutan de sistema nervioso al igual que los bueyes de mar (Cancer pagurus), el cangrejo de río americano (Procambarus clarkii), una nécora (Necora puber) ¡e incluso pequeños decápodos de acuario! Por lo tanto detectan estímulos y sufren dolor.

Las langostas tienen sistema nervioso, por lo tanto sienten dolor.

A continuación te dejo un esquema básico de la anatomía interna de un cangrejo de río, englobada en el mismo orden (Decapoda) que las langostas, para que las conozcas más a fondo.

En tonos azules se muestra el sistema nervioso de un cangrejo de río, el de las langostas es similar.. Se aprecian el encéfalo y el cordón nervioso. Esquema extraído de InfoVisual.infoobjects.
En tonos azules se muestra el sistema nervioso de un cangrejo de río, el de las langostas es similar.. Se aprecian el encéfalo y el cordón nervioso. Esquema extraído de InfoVisual.infoobjects.

El sistema nervioso les permite conocer el medio en el que viven, sobrevivir y reproducirse. Por supuesto que también les informa de cuando el agua está muy caliente  ¡y más si hierve! ¿no te lo crees? te pongo un par de ejemplos que viví en primera persona.

Un estímulo electrizante

Llegó el turno de contarte una batallita. Hace algunos años tuve el placer de trabajar haciendo mantenimientos de viveros de marisco. Desarrollándolo aprendí un montón sobre las necesidades de estos artrópodos.

Pues bien, me dispuse a limpiar el tanque de un restaurante andaluz en el que esperaban turno para cocerse unas cuantas langostas. Lo primero que hice, fue abrir la tapa del vivero utilizando mi mano menos diestra mientras mi brazo derecho se sumergía en el agua salada. De repente, vi caer una regleta eléctrica llena de enchufes al interior del tanque. ¡Alguien había tenido la brillante idea de poner los enchufes encima del vivero de marisco!

Afortunadamente saqué rápido el brazo del agua. A aquellos artrópodos no les dio tiempo a salir de ella y recibieron una descarga eléctrica. Los plomos saltaron como sus cuerpos estremecidos por la electricidad. Me asusté, supongo que ellos también.

Comprendí que ellas sufrían dolor como yo. Habían sentido aquella descarga, desconozco la tensión.

La langosta «Blancanieves» y el bulling

Este segundo ejemplo sobre el dolor de las langostas, lo visualicé en mi lugar de trabajo, una tienda de mascotas. Por cierto si te interesa trabajar como dependiente de mascotas te dejo unos consejos.

Recibí unos cuántos de estos decápodos, los coloqué en un acuario amplio y pronto empezaron a pelear entre sí por el territorio y la comida.

Aprovecho para decirte que para evitar el canibalismo y la pérdida de patas, se colocan en las pinzas de los bogavantes gomas. 

Una de ellas perdió todas las patas y era el objeto de todos los golpes. La langosta, al sentirse indefensa, se escondió donde pudo. Por suerte la vi y pude sacarla de aquel acuario a otro. Permaneció oculta entre unas piedras durante días. Al mudar consiguió regenerar las patas y llevar una vida plena, tanto como  lo puede ser la vida de una langosta.

¿La langosta sentía dolor, tristeza o simplemente indefensión?

El caso es que el animal sentía. Y de esto va el artículo de langostas y sentimientos.

La coraza de las langostas

Como buenos artrópodos, las langostas poseen un exoesqueleto quitinoso que las protege del exterior a modo de coraza. De hecho la quitina es la causante de que tomen ese color rojo al caer al agua hirviendo.

En cierta manera esta coraza también las protegería, al menos unos segundos, del agua hirviendo. Serían los suficientes como para sentir un dolor extremo, la muerte no sería inmediata.

Sin duda habría que hacer más estudios sobre su umbral del dolor pero a la temperatura del agua en ebullición, debe ser grande.

Conclusión

Después de mis ejemplos puedo demostrar que las langostas sufren. Hay que evitar el sufrimiento animal innecesario, y hervir una langosta viva tiene mala pinta. Deberían ser sacrificadas como el resto de los animales que nos comemos -¡qué crudo queda esto!- y para ello hace falta legislar. Por lo tanto, desde mi punto de vista, la decisión tomada por Suiza tiene sentido.

También hay otras opciones como ser vegano o vegetariano, ambas opciones minoritarias dentro de la población, casi tanto como permitirse comer langosta asiduamente.

Por último quiero destacar que no quiero demonizar su consumo, ¡al fin y al cabo somos omnívoros!


¿Qué piensas de los sentimientos de las langostas?

Me gustaría saber tu opinión. Gracias por compartir y dejar tu comentario, ¡es bien recibido!

4 COMENTARIOS

  1. Hola Miguel,

    Gracias por tu artículo, es muy completo y la información muy interesante para que todos seamos más conscientes. Ojalá todos los países tomaran el ejemplo de Suiza. Es sufrimiento totalmente innecesario. Como comentas, somos omnínoros y tampoco considero prohibir su consumo pero hay formas de hacerlo de una manera más sensible y responsable hacia ellos, desde luego. Ojalá llegues a oídos de responsables en estas decisiones aqui y en otros países. Gracias!

    • Gracias a ti Susana por tu lectura atenta y estar concienciada con el sufrimiento animal. Lamentablemente en España estamos lejos de conseguir esto, no hay más que ver algunas tiendas de animales o tradiciones populares, pero bueno, ¡poco a poco!

  2. Buscando información sobre caracoles Planorbis he dado con tu página web. Decirte que es muy interesante y de mucha utilidad para aprender y ampliar conocimientos sobre acuariofilia.
    Referente a esta entrada, me parece muy acertada dado que el sufrimiento animal no debería estar permitido. Entiendo que tenemos que alimentarnos, pero no comparto que los animales sufran.

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