No te sientas frustrado o frustrada, a mí también me sucede que el gato me muerde. Lo hace desde que lo adopté. Podi, que es como se llama mi gato, adora darme mordisquitos desde cachorro hasta el día de hoy pero cada vez lo hace menos porque su educación es más refinada con el transcurso de los días.
Ahora que ya conoces el nombre de mi gato, ha llegado el momento de que descubramos juntos (Podi, tú y yo) en este artículo los motivos, y de paso, aprender mucho más sobre nuestro lindo minino.
El comportamiento del gato
Los gatos son animales cazadores natos. En estado salvaje su éxito depende al 100% de su capacidad para capturar presas.
En el caso de las ciudades la cosa no es tan dramática. Siempre hay un cubo de basura o un alma caritativa que les provee de alimentos de manera regular.
Pero volvamos al mundo salvaje. Si eres aficionado a ver documentales o simplemente, te gusta observar la naturaleza, seguro que te has percatado de cómo un mordisco certero puede liquidar a una presa que a los pocos minutos se convertirá en alimento.
Aprender a cazar va en el ADN del gato. Clic para tuitearCon este dato, acabamos de descubrir la primera pista para saber por qué muerde el gato, para ejercitar su mandíbula y practicar su técnica de caza.
Educación primaria
Si existiera una escuela de gatos, no debería faltar en ella una asignatura llamada «caza». Como dicha escuela no existe y ya sabes, que una parte importante de la educación depende de los padres, te invito a que realices otra observación:
¿Has visto cómo mueve la madre de los gatitos, la cola?
Lo hace para llamar la atención y jugar con ellos. Los mininos no dudan en abalanzarse y morder la cola tratando de cazarla. Este juego, lo llevan a cabo desde muy temprana edad para iniciarse en el mundo de la caza.
Juego del pilla a pilla
Otro juego que no debería faltar en nuestra escuela de primaria para gatos, es el pilla a pilla o lo que es lo mismo, persecución y presa. El más débil suele ser la presa y el más fuerte, el cazador. Con este juego practican la intensidad del mordisco.
En nuestro caso, que vivimos solo con nuestro gato, adivina quién es en casa el cazador y la presa. En efecto, tus dedos las presas y el gatito el cazador. Al capturar tus manos el gato los muerde simulando darles muerte.
Cuestión de juego
Es importante diferenciar lo que es un juego de lo que no es. A veces no miden la fuerza y nos pueden hacer daño.
En la etapa de educación, si los mal acostumbramos a mordernos las manos para jugar, luego será muy complicado corregir su conducta. Para evitarlo es muy importante emplear desde el primer momento juguetes como por ejemplo de rafia que son fáciles de atrapar.
Educar desde cachorro es fundamental para una convivencia sana con nuestro gato. Clic para tuitearNo te recomiendo luces o reflejos, causan frustración en el minino, y esa frustración se puede convertir en agresividad o simplemente tristeza.
Y si te gusta algo un poco más «pro», puedes comprarle algún juguetito como por ejemplo estos:
Su manera de decir que no
A veces nuestro gato parece hablar, pero de su boca no salen palabras inteligibles. Así que desarrolla otras formas de comunicarse con nosotros. En este caso, un mordisco, cuando le estamos molestando, significa un «no me toques…»
A propósito, ¿tú sabes cómo decir que no a tu gato?
Averigua qué zonas le gustan más para recibir caricias y verás cómo evitas una buena cantidad de mordiscos.
Mordiscos de cariño
No todo va a ser malo. Sin ánimo de meterme en tu vida de pareja, pero sí en la de los caracoles, cuando estos se aparean entre sí, se dan mordisquitos para excitarse.
Pues bien, lejos de querer excitarnos nuestro minino, también nos puede morder por cariño. Este tipo de mordiscos son más suaves, el inconveniente es que los gatos como buenos cazadores, presentan unos colmillos afilados que es complicado que no se claven en nuestra piel blandita.
Podemos identificar estos mordisquitos porque el gato no los acompaña con sacar las uñas y no son bruscos.
Estrés
Puede ser que el gato esté incómodo por lo que sea. Detecta la situación de estrés. No invadas su espacio si lo notas esquivo y vuelve a ganar su confianza. Puedes utilizar una latita que le guste o una chuche mientras le hablas suavemente y lo calmas.
Recuerda no abusar de la comida húmeda si está en proceso de aprendizaje al ser un cachorro ya que le costará más comer pienso seco.
¿Qué hacer si me muerde el gato?
Para finalizar permíteme darte un consejo que me regaló un amigo veterinario con decenas de años de experiencia. Si te muerde tu gato, trata de no tirar de la mano mientras está entre sus dientes, si lo haces, se te desgarrará la piel.
Es mejor que con la mano libre, lo distraigas con un juguete para que te suelte. Recuerda reprenderle para que no lo vuelva a hacer e incluso parar el juego para que aprenda que lo que ha hecho no te ha gustado.